martes, 19 de mayo de 2009

La lógica del Significante -

Reseña de la clase "Lógica del Significante"
Roberto Bortnik
Director CID Bahía Blanca - Docente Instituto Oscar Masotta

LOGICA DEL SIGNIFICANTE. Clase 2 (reseña)
Mayo 8, 2009

Prosiguiendo el comentario sobre “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis” se abordó el capítulo 3, “Las resonancias de la interpretación y el tiempo del sujeto en la técnica psicoanalítica”. En primer lugar se destacó, en cuanto a las funciones de la palabra, su función creadora de sentido, su función en la realización del sujeto y de la verdad, y su función alusiva y evocadora antes que informativa o comunicacional.
En este último sentido, precisamente, Lacan parte en este capítulo de señalar que la técnica que sus contemporáneos designaran como análisis de las resistencias se funda en una concepción que Lacan llama del “lenguaje-signo”, en consonancia con la recientemente surgida teoría de la comunicación en el lenguaje. Bortnik recordó que en 1949 se habían publicado “Cibernética” de Wienner y “Teoría matemática de la comunicación” de Shannon. Y, por otra parte, que en el seminario 5 Lacan retomaría más sistemáticamente su crítica a esta concepción en psicoanálisis apoyado en la construcción de ese “esquema de la comunicación a la luz de la experiencia analítica” que concluyó en su “grafo del deseo”. En “Función y campo…” se inica una crítica a esta concepción a partir de reformular el lugar de la palabra y el lenguaje en la experiencia analítica, que pasa por diferentes argumentos, incluyendo una revisión del pretendido lenguaje animal. Lo que está en cuestión es una concepción, en el psicoanálisis contemporáneo, del lenguaje como instrumento de comunicación, de expresión de hechos internos; a la vez, un desencanto por los límites del lenguaje verbal, apelando al plano preverbal, gestual-corporal, etc. A la vez, una concepción de la sesión analítica en términos de una relación interpersonal interpretable como relación “aquí-ahora-conmigo”, y las diferentes concepciones sobre la determinación de los síntomas en clave biologista, culturalista o psicologista. Concepciones que tienen en común la exclusión de la determinación propiamente inconciente en el sentido freudiano.
Esta revisión crítica de Lacan se apoya cada vez más, a partir de este texto, en dos nociones capitales cuya construcción como conceptos se desplegará a lo largo de los años siguientes: la del sujeto y la del significante. Bortnik propuso entonces trazar un arco entre este texto y el de 1957, “Instancia de la letra en el inconciente” para seguir paso a paso la construcción del concepto de significante a partir de su derivación, como término, extraído de la Lingüística General de De Saussure.
Afirmando que Lacan lee a De Saussure y a Jakobson con Freud, Bortnik intentó mostrar la renovación que produjo en la lectura de esos primeros textos de Freud “sobre la función del significante en el inconciente”. En primer lugar, destacando la transformación del signo saussureano en el algoritmo S/s como tópica del inconciente, promoviendo la primacía del significante sobre el significado, y su autonomía en las leyes que, tomadas y transformadas del texto de Jakobson sobre las afasias, Lacan denomina metáfora y metonimia como leyes freudianas del proceso primario. En segundo lugar, la distinción de enunciado y enunciación promovida por Jakobson para la elaboración de la pregunta por el sujeto que conviene al inconciente en tanto estructurado como un lenguaje. En tercer lugar, la conclusión sobre las formaciones del inconciente como metafóricas y el deseo inconciente como metonímico.
Por último, Bortnik destacó la importancia de “repasar la lección”, especialmente para quienes creen saberla, tomando como hilos conductores los conceptos de sujeto y significante, para captar el notable trabajo de precisión y fundamentación que realizara Lacan desde el esquema que leemos en el texto de Freud sobre el caso Signorelli hasta la construcción del cuaternario metafórico en el seminario V sobre las formaciones del inconsciente. A la vez, la lectura de “Los sueños”, el texto recomendado de 1901, en el que Freud no cesa de subrayar la importancia de la materialidad de las palabras en el sueño, la llamada “sobredeterminación” y lo que recalca en la elaboración del sueño como “ …la plenitud de medios representativos formales que el sueño posee para exponer las relaciones lógicas de las ideas latentes…”. Bortnik recomendó, finalmente, la lectura de las conferencias que Miller diera en 1981 sobre “Lógica del significante”, publicadas en “Matemas II” y de un libro de varios autores, miembros de la EOL, bajo la coordinación de Juan Carlos Indart, publicado como “Vigencia de las formaciones del inconciente”; sin olvidar la vigencia, en este punto, de los “Ensayos lacanianos” y del seminario sobre el seminario de Lacan sobre “La carta robada”, de Oscar Masotta, recientemente reeditado.